«Hasta ahora, la conciencia de mi mestizaje no se había convertido, como hoy lo hace, en la conciencia de mi libertad. Hasta ahora había tratado de hundirme en la identidad vacilante que me había impuesto. Ahora me doy cuenta de que no pertenezco a ninguna raza, a ninguna cultura: sólo me pertenezco a mí mismo.

Me duele que me llamen traidor. Pero ¿hay algún hombre verdadero que no sea un traidor»? ¿es posible tener una adhesión ciega, absoluta, total, a una idea o a una posición social, y seguir siendo hombre? ¿Se puede vivir humanamente sin distanciarse, sin diferenciarse, sin oponerse, sin criticar?

Mi doble naturaleza está a flor de piel, y esto me ayuda a tomar conciencia de la necesidad de la traición. Pero aún para quienes nacieron indios o españoles, sin mezcla, ¿es posible que sean únicamente indios o únicamente españoles y que sigan siendo hombres? La solidez, la coherencia, no se adquieren sino al precio de una castración: para no violar el ambiente en el que vive, el «hombre de bien» tiene que reprimir sus erecciones, tiene que renunciar a diferenciarse, tiene que frustrar la libertad que le exige hacerse a sí mismo con la misma pasión que lo lleva a tumbar una chola en los trigales.

Lo grave es ser traidor a medias, abandonando una causa para adherir a otra: la traición unilateral, es un acto tan innoble como liberarse de un amo para adherir a otro. La traición tiene que ser plena, radical, como el sable que hacemos girar en círculo y sólo deja vivo a quien lo esgrime.

Te pido, Felipa, por el recuerdo de este padre que sólo comprendió la verdad cuando no había tiempo de enseñárselas, que les des a nuestros hijos la conciencia de esta doble filiación. Deben recordar siempre que pertenecen a dos mundos diferentes y, por tanto, ninguno del todo: libres de los modelos impuestos por la tradición, están obligados a inventar enteramente su propia vida. Sólo así se formará el Perú de mañana.

Y tú, dilecta esposa, hoy, ahora, en vísperas de mi fusilamiento, recibe el último suspiro de tu amantísimo:

Manuel Choquehuanca»